lunes, 5 de noviembre de 2012

Modelo de integracion social


El modelo para la integración social se fundamenta en una orientación humanística social por cuanto toma en cuenta al individuo como un ser bio-psico-social enfatizando más las potencialidades que las limitaciones, atendiendo a las diferencias individuales y el respeto por la diversidad, así mismo considera a las personas con necesidades especiales en una relación histórico y cultural.

En el modelo la integración social se plantea como un proceso que se da a lo largo de todo el continuo de la vida de la persona con necesidades especiales desde edades tempranas hasta la adultez, en forma dinámica, sistemática, flexible e interactiva, esto significa que desde muy temprana edad deba promovérsele la valoración de la familia, de la escuela, del trabajo en un sentido social como fuente de bienestar y progreso personal que permita ir construyendo su proyecto de vida.(Terre O. 1997).

Por otra parte el modelo para la integración social tiene un enfoque educativo, por cuanto se propicia un proceso de ajuste de las personas con necesidades especiales a los valores, exigencias y pautas de comportamientos de los grupos que conforman el medio ambiente social en el cual se desenvuelve; y en general su integración en la vida de los mismos. Es decir, desde una perspectiva educativa se persigue la formación integral del individuo para su participación activa dentro del grupo social en el cual le toca convivir.

La integración social debe iniciarse a edades tempranas, lo cual permite proporcionar un conjunto de experiencias sociales que le permiten interactuar con los iguales a lo largo de su desarrollo. Es en el contexto de los intercambios sociales con otros niños, donde cada uno descubre la existencia y particularidades del otro, al mismo tiempo que afina el conocimiento de si mismo, promoviéndose relaciones interpersonales, fraternidad, disciplina, colaboración, cooperación, valoración de trabajo y solidaridad.

Desde este punto de vista el ser humano está sujeto a cambios, esto se hará en la medida en que se les brinden las condiciones y experiencias que le permitan el desarrollo de sus capacidades.

La integración social se fundamenta en una relación recíproca; la persona con necesidades especiales se integra verdaderamente cuando entra en un proceso de interacción en que ambos se modifican e interactúan y tienen relaciones mutuas, no es simple adaptación unilateral de cada uno de los grupos involucrados; es la extensión de la actividad hacia todos los agentes que integran la sociedad.(Casanova 1990).

En el ámbito de la integración familiar, la familia tiene un papel muy importante en la conducta presente y futura de todo individuo. El afecto, el estímulo dan las bases para su desarrollo integral, mas en el caso de las personas con necesidades especiales en las cuales influyen determinantemente para la integración social.

Por lo tanto, la familia como grupo social debe cubrir las necesidades de las personas, en cada momento de su evolución cronológica y social. Cada edad de las personas exige nuevos modos y estilos de comunicación, y en ese proceso debe predominar la aceptación, apoyo, cooperación, en un clima de afecto y solidaridad.. (Nozenko,89)

Si todo ello se cumple, la persona con necesidades especiales se sentirá en igual de oportunidades como cualquier otra, participando de las decisiones que tome el grupo familiar, fomentando de esta manera su autoestima y valorando su esfuerzo, de allí la necesidad de establecer vínculos entre la familia y el centro educativo a los fines de mancomunar los esfuerzos para lograr el desarrollo integral de la persona y por ende su integración social, de esto se desprende la necesidad de promover las organizaciones de padres a los fines de involucrarlos en todo el proceso educativo como promotores de la integración social.


Al ubicarnos en la integración escolar, la escuela suele ser el primer ámbito no familiar con el cual debe enfrentarse el niño y representa su entorno social inmediato. Esto es así en la medida en que hace énfasis en la autorealización, libertad, autodeterminación, y apertura solidaria con los demás seres humanos. De esta forma la integración escolar permite tal como lo señala Rojas S. (1990) la promoción de las potencialidades que tiene el individuo como ser humano. (p. 5).
En primer lugar la escuela a través de sus recursos humanos, técnicos, físicos y materiales deberá proporcionar una respuesta educativa en lo que es común y también a la diversidad, en cuanto al respeto las características, necesidades individuales, ritmos de aprendizaje de los alumnos, mediante estrategias individualizadas en el proceso de enseñanza-aprendizaje, a través del trabajo cooperativo con otros profesionales de apoyo, que faciliten la progresiva integración de los alumnos con necesidades educativas especiales al ámbito del aula regular y por ende a la escuela en general.(N de Báez B. 1996)
El reto de la escuela consiste precisamente en ser capaz de ofrecer a cada alumno la ayuda pedagógica que el necesite. En este punto cobra vital importancia la flexibilidad curricular, de allí que los programas deben adaptarse a las necesidades de los niños, para ello es necesario que la escuela ofrezca opciones curriculares que se adaptan a los niños con capacidades e intereses diferentes. Es decir una escuela integradora que acoge de niño con necesidades especiales, como elemento que dinamiza y modifica los planteamientos didácticos y donde se benefician todos los niños. Una escuela abierta y critica, que acepta las diferencias y ofrezca sus aulas como marco natural para el desarrollo y la educación de los niños con necesidades educativas especiales (Marchessi. 1980).


Para el logro de estos planteamientos es necesario una acción cooperativa, orientada hacia la búsqueda de un consenso entre los diferentes actores involucrados en el proceso, y en el establecimiento de niveles de compromiso y asunción de responsabilidades en un clima armónico y de confianza.

Al referirse al trabajo en equipo es absolutamente imprescindible el trabajo cooperativo entre todos los profesionales tanto de los servicios de apoyo de la modalidad como de los docentes de la escuela básica, y de los entes de la comunidad, basada en una concepción participativa y en el desarrollo coordinado de la acción , la discusión, reflexión y la revisión compartida de la actividad, como una forma de potenciar la profesionalidad de todos lo involucrados, en beneficio de la integración social de los alumnos con necesidades especiales.

Tomar en cuenta que cada individuo es único, irrepetible, conduce a que la praxis del modelo de integración, se inscriba en el respeto por las diferencias.

Este cometido se hace vigente en los proyectos de plantel como una estrategia educativa, para la consolidación de la institución escolar como instancia cohesionadora e integradora de la comunidad, se trata pues, de entender la integración escolar como componente del proyecto pedagógico de plantel, en un trabajo de construcción colectiva, entre el plantel y su entorno por medio de la participación de la asociación de las familias, asociaciones de vecinos, otras organizaciones sociales y económicas, que promuevan la efectiva integración social.

Ahora bien, considerando que toda persona tiene la necesidad de integrarse, de ser aceptado y de tener responsabilidad compartida, ésta solamente pueden ser satisfecha en el marco y el contexto de un verdadero grupo estable, en donde se dé un proceso progresivo de integración y en donde la comunicación le permita a sus miembros sentirse aceptados y compartir los esfuerzos por un objetivo común.

Desde esta visión se requiere de una escuela que ofrezca a todos los alumnos la misma igualdad de oportunidades para acceder a una cultura dentro de una misma institución y en la misma aula evitando la segregación. Una escuela que posibilite cambios en la organización escolar, curricular, para adecuar el proceso de enseñanza y aprendizaje a las características diferenciales de los alumnos.

En la integración escolar, cobran particular relevancia las adaptaciones curriculares a los fines de efectuar los ajustes necesarios en el proceso de enseñanza-aprendizaje, permitiéndole a los alumnos con necesidades especiales integrarse a la actividad de su grupo en las mejores condiciones, participando de objetivos comunes e interactuando con los compañeros y demás miembros de la comunidad educativa. Estas adaptaciones se refieren también a las metodologías de enseñanza y a las interacciones docente-alumno y alumno-alumno, además comprenden todos aquellos elementos personales: docentes, padres y especialistas. Así mismo, las adaptaciones están referidas a la distribución de espacios, supresión de barreras arquitectónicas hasta la adecuación de recursos didácticos, textos, materiales y equipos.(Nuñez B. 1996)

La integración escolar requiere asimismo de servicios con funciones de apoyo los cuales contribuyen a favorecer la integración de los alumnos con necesidades especiales apoyando a las escuelas, en la definición y puesta en práctica de una oferta curricular que proporcione una respuesta educativa adecuada a las distintas necesidades de los alumnos y el desarrollo personal-social.

En éste aspecto tiene vital importancia lo relacionado con el desarrollo profesional del docente. Esta formación y/o capacitación en servicio debe orientar un perfil para lograr un profesional que estimule la creación de ambientes nutritivos que permitan el crecimiento personal de los alumnos, ser un agente de cambio, dominio de la práctica pedagógica, conocimientos de las características particulares de los alumnos, así como de las necesidades de su entorno, ser un promotor de situaciones de aprendizaje que permitan la interacción entre los educandos, dirigidas tanto a propiciar un cambio en la comunidad para la aceptación de las personas con necesidades especiales, como a coordinar acciones con los recursos de la comunidad, en el ámbito de la educación, salud, trabajo, recreación y cultura.

La práctica docente en una escuela integradora debe partir de la reflexión conjunta entre docentes regulares y servicios de apoyo, lo que llevará a la planificación y a una puesta en acción de acuerdo con las deliberaciones de todos los profesionales, indudablemente este modo de proceder trae consigo un mayor esfuerzo y una mayor exigencia pero al mismo tiempo proporciona un crecimiento profesional al lograrse las metas establecidas.

El docente que requiere la escuela integradora debe tener un perfil cuya actividad no sea el mero aplicador de normas y principios, sino la de un profesional que a través de su práctica aprenda a construir y contrastar nuevas estrategias de acción, nuevos modos de enfrentar y de comprender los problemas que una situación tan compleja como la que ofrece la escuela integradora suele ocurrir frecuentemente. Carr (1984).

La forma más coherente de afrontar con garantía el éxito de integración, es hacerla a través de la acción participativa de todos los docentes regulares, personal técnico; psicólogos, trabajadores sociales entre otros. Los problemas reales que genera la integración raramente se pueden afrontar como empresa estrictamente personal, lo lógico es concebirlo como un trabajo cooperativo e interdisciplinario.

Si los docentes que participan en la integración no sienten por si mismos esta necesidad de trabajo cooperativo y de reflexión colectiva e indagación sobre su propia práctica profesional, la integración social fracasa.

La integración social desde la perspectiva de este modelo integral da importancia a la interacción de las personas con necesidades especiales en la comunidad, por cuanto esto le confiere un sentido de pertenencia, de formar vínculos amistosos, y tener acceso a actividades recreativas, deportivas culturales, lo que le proporciona una satisfacción, que redunda en su efectiva integración social.

Al ser concebido el modelo para la integración desde una perspectiva eminentemente social, también tiene gran transcendencia la valoración del trabajo desde edades tempranas, como una vía para el bienestar y progreso, tanto de la persona con necesidades especiales, como para la familia y la comunidad. Todo ello a través de su interacción con el medio, lo que le permitiría manifestar sus intereses, aptitudes, preferencias, siempre que se les brinde la oportunidad a través de actividades donde se les promueva su participación y reflexión.

En este sentido la integración sociolaboral representa una necesidad vital de toda persona, es por excelencia un medio que proporciona al hombre su bienestar social, permitiéndole constituirse en un ente participativo proporcionándole la valoración de sí mismo, el reconocimiento de su esfuerzo y su auto-realización.(Documento de Conceptualización y Política de Educación y Trabajo. 1997)

Por estas razones los planes, programas y proyectos dirigidos a la integración de las personas con necesidades especiales en los diferentes ámbitos: familia, escuela, recreación, deporte, cultura y trabajo deben estar acordes con sus necesidades.







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