lunes, 5 de noviembre de 2012

Conceptualización de integración social


La integración social responde a una concepción del hombre, en su condición de persona, cuya dignidad personal radica, en asumirse como ser cultural, social e histórico, con una tendencia hacia la autorealización, libertad y apertura solidaria con los demás seres humanos, con capacidad de originalidad y creatividad y jerarquía de valores y dignidad personal.(Nozenko,1995)

Desde esta concepción "el hombre es producto de su propia creación, ya que es el único ser sobre la tierra que puede ejercer una vocación consciente, de allí que necesita trabajo y libertad para autodesarrollarse y proyectarse hacia el futuro" Guedez (p.119). Por otra parte el hombre tiene una existencia proactiva y, en tal sentido, puede reaccionar de acuerdo a estímulos y acciones de transformación de su realidad para favorecer con esa acción un orden más correlacionado con el conjunto de sus necesidades y las del grupo en el cual convive.
La integración como hecho social, implica la interacción del individuo en su entorno, la pertenencia a un grupo social con espíritu de solidaridad y respeto, e interviniendo en su propia realidad con posibilidades de transformarla para su beneficio y el de la colectividad. Estar integrado socialmente significa, satisfacer las aspiraciones y necesidades, tanto personales como sociales, asumiendo las responsabilidades y las obligaciones que como miembro de una sociedad le corresponden.

La integración social, implica la interrelación que se establece con los diferentes grupos que conforman la sociedad: familia, escuela y trabajo, en este sentido revaloriza la condición de persona como ente eminentemente social al propiciar cambios, que le permiten intervenir en la vida social, político, económico y cultural como miembros participativos, cooperativos, solidarios contribuyendo de esta forma al bienestar colectivo. Desde una connotación eminentemente social la integración permite la proyección hacia el futuro propiciando así mismo, deseos y aspiraciones hacia nuevos ideales individuales y grupales.
Como proceso la integración social, se concibe como la adaptación de las respuestas del individuo a los requerimientos del medio y de la interacción de ambos. Es la secuencia por la que se van adquiriendo patrones conductuales que permiten la integración en la sociedad con la potencialidad de participar, interactuar y cooperar como miembro de un colectivo. Desde esta perspectiva la integración implica un proceso de socialización y de aprendizajes sociales a través del cual el individuo logra conocer, analizar, reflexionar y valorar la realidad sociocultural, y enfrentarse a las condiciones que se le presenten y a desarrollar las habilidades para transformar dicha realidad.(Name C. 1996)

La integración puede concebirse como un camino formado por etapas sucesivas y secuenciales, conformada por diversos elementos la familia, la escuela, el trabajo y la comunidad.
Toda esta concepción de la integración permite conceptualizarla como "un proceso dinámico, gradual y progresivo que involucra las distintas instancias del quehacer humano y que implica acciones continuas y sistemáticas para posibilitar el ajuste progresivo y dinámico entre ambos polos indisolublemente unidos de la relación: la persona con necesidades especiales, sus competencias así como las limitaciones con las posibilidades reales y efectivas del medio para satisfacer los requerimientos integrales de ese individuo para su beneficio y progreso" Name (1987).
La integración como derecho, implica, gozar en pie de igualdad, de la educación, el trabajo, la recreación, la cultura y de los servicios sociales y al disfrute a los derechos económicos y sociales, así como también al cumplimiento de los deberes que el estado tiene asignado.
En esta línea de pensamiento la integración social como derecho, hace referencia "al derecho de toda persona a desarrollarse plenamente, en función de las posibilidades de que dispone, y la obligación de la sociedad de transformar estas posibilidades en realizaciones efectivas y útiles" Piaget (1979).


En síntesis la integración social promueve la participación social para que las personas con necesidades especiales como cualquier ciudadano, conozcan la realidad en que viven, desarrollen sus capacidades y actúen solidariamente para intervenir en la transformación de si mismo y de la sociedad en la medida de sus posibilidades de acuerdo a lo establecido en el marco constitucional Venezolano.


La integración social, es un principio fundamental de la educación especial y por ende de la educación general. Así mismo se concibe como el principio rector de las políticas de la atención educativa integral de las personas con necesidades especiales, desde edades tempranas hasta la adultez, partiendo de una concepción del hombre como una unidad real y dinámica y en constante interacción con el medio donde se desenvuelve.
De esta forma la integración social se vincula con la democratización, la cual se fundamenta en la igualdad social, económica, política y jurídica. En este sentido se reafirma el derecho de las personas con necesidades especiales a participar en igualdad de oportunidades de la vida nacional. Así en la democratización de la educación se debe considerar que no solo se trata de hacer accesible la educación a toda la población que la requiere, sino que debe propiciarles su permanencia en el sistema y obtención del máximo provecho según sus necesidades.
Desde una dimensión educativa la significación de la integración social es ir hacia un modelo democrático donde el individuo se eduque para asumir las responsabilidades y compromisos en su familia, escuela y comunidad en el rol que le corresponde. Guedez (1987) .
En correspondencia con el principio de Modernización la integración social propicia el desarrollo integral de las personas con necesidades especiales a la luz de los avances científicos y tecnológicos, a las necesidades regionales o nacionales, puesto que el mismo se encuentra en continuo dinamismo, caracterizado por el avance y desarrollo de investigaciones permanentes en el campo de la psicología, y con los progresos de las ciencias sociales, con la finalidad de incorporarlos en la atención integral de las personas con necesidades especiales para promover la efectiva integración social.

La prevención y atención integral temprana es el conjunto de acciones interdisciplinarias, dirigidas al niño que por sus antecedente pudiera presentar alteraciones, tomando como eje fundamental para la atención sus potencialidades e involucrarlo al grupo familiar como participante activo (Roa A. 1997).

Todo esto constituye un espacio de integración social por cuanto facilita el máximo desarrollo de las potencialidades al favorecer desde edades tempranas la participación e interacción en el medio comunitario requiriendo para ello la comprensión de todos y cada uno de los factores que conforman la sociedad, esto conlleva a un cambio de actitud y expectativas, a través de medidas de información y educación a la comunidad.

Estas acciones tienen amplias connotaciones en el campo educativo, político, social, asistencial, económico, lo que trasciende al campo de las ciencias médicas Roa A. (1996). Así mismo implica el perfeccionamiento de los profesionales, de manera que las políticas de atención integral respondan a las necesidades de las personas y a las demandas de la sociedad actual para hacerlos partícipes de las transformaciones que esta demanda en el devenir histórico.
La normalización significa ofrecer a las personas con necesidades especiales, unas condiciones de vida, educativas, laborales, recreativas, deportivas y culturales normales en la comunidad a la que pertenece atendiendo y resaltando sus potencialidades, y posibilidades más que sus limitaciones y respetando sus diferencias.

Desde una perspectiva psicológica el niño es un sujeto activo en el proceso de desarrollo que, va construyendo progresivamente, sus esquemas, a través de la interacción con el medio (Novac 1980).

El desarrollo humano tal como lo plantea Ajuriaquerra (1890), no solo depende de la indemnidad anatómica y funcional del sistema nervioso; sino también necesita que se cumpla una instancia exclusivamente humana (p.12), esto se logra potenciando las posibilidades de autorealización.

Este enfoque enfatiza la adquisición del conocimiento como construcción social, promoviendo, en el niño como sujeto cognoscente su intervención en la realidad con posibilidad de transformarla para su beneficio y el de su comunidad. 


Desde una orientación constructivista, el desarrollo se produce por un proceso que toma en cuenta la experiencia que el individuo obtienen de las acciones que el mismo ejerce sobre los objetos naturales. "Todo ello conlleva afirmar que la fuente del conocimiento es la actividad social del hombre (Roman, 1996) lo que se vincula con la interacción del individuo en su medio". El desarrollo se produce por un proceso que toma en cuenta en primer lugar la experiencia de la acción propia, y la que el individuo obtiene de las acciones que el mismo ejerce sobre los objetos y con los otros (p.110).


Desde el punto de vista del enfoque histórico cultural, este plantea la importancia de la interacción social para la construcción de las funciones superiores, entre las cuales el aprendizaje es considerado fundamental para el desarrollo del niño en su entorno cultural. Este proceso de interacción implica construir las experiencias culturales indispensables para el desarrollo integral del individuo, potenciándose de esta forma las relaciones con el entorno aspecto fundamental para su participación activa en la sociedad en todos los ámbitos familia, escuela y comunidad es decir tal como lo señala el mismo autor "aportes del entorno", entre los cuales se distinguen la estimulación que el niño recibe, y el establecimiento del vínculo madre e hijo. Además es necesario el encuentro entre el sujeto y la realidad y el espacio de enriquecimiento en términos de sus aprendizajes sociales, lo cual es una expresión viva de la integración. (p.110).
Vygotsky citado por Mirabent (1989) establece que las funciones psíquicas superiores aparecen primero fuera del individuo, en la cultura, es decir en los conocimientos acumulados en la sociedad, en la que nace, y solo durante el desarrollo, lo que permite una comprensión más profunda de su condicionalidad social. Esto ayuda a entender como en el transcurso de la relación del niño con la realidad, lo objetivo o sea lo social, se convierte en subjetivo o en individual, es decir, como lo que el niño adquiere en sus relaciones con los adultos y coetáneos lo lleva sucesivamente a la organización de su propia actividad.
En este sentido, es obvia la importancia que adquieren los contextos de relación interpersonal en la construcción y formación de la funciones psicológicas(p.42). En otras palabras se está subrayando de este modo el origen social de los procesos psicológicos individuales y la importancia de la interacción con los otros para el desarrollo de las personas. En efecto, señala Vygotsky, que la acción del adulto como instrumento de mediación (social), para la acción de un sujeto sobre el entorno, juega un papel sumamente decisivo en este planteamiento.

Esta base interactiva en la génesis de las funciones psicológicas superiores juega un rol fundamental en la optimización del desarrollo de la persona y de lo que se podría denominar "la formación de la vida mental y social", indispensables para una efectiva integración en todos los ámbitos familia, escuela y comunidad. Desde esta visión se puede asumir el papel que juega la interacción como motor condicionante del desarrollo del individuo, elemento fundamental para una efectiva integración social.

Bajo esta concepción Monks(1992) expresa que el desarrollo humano está en gran parte determinado por aprendizajes sociales. "El desarrollo, si es visto como cambios que implican el comportamiento dentro de un grupo social, es un proceso de toda la vida". La integración entre la naturaleza del individuo y el ambiente determinan que tipo de comportamiento y motivos de conducta emergen y llegan a manifestarse.
Lo expuesto en lo párrafos que preceden permiten afirmar que en la formación de la persona con necesidades especiales debe tomarse en cuenta la realidad ambiental donde interactua el individuo, sus condiciones tanto biológicas como psicológicas, en función de responder a las demandas socioculturales del entorno en sus diferentes dimensiones, logrando así, su efectiva integración social.

Desde un enfoque pedagógico, la educación, desde una dimensión social exige una concepción educativa, que conduzca a cambios significativos en la mentalidad humana, donde el hombre recobre su valor y su condición de persona, (Guédez, 1987). En correspondencia con éstas exigencias, la práctica educativa potencia, las posibilidades efectivas de las aspiraciones del hombre. Al respecto Freire (1979), "parte del hecho de que el hombre no debe ser considerado como un simple receptor de información, sino un elemento activo en el proceso"(p.60).

De este modo surge la necesidad de relacionar la práxis educativa, con el entorno inmediato, destacando en esta, de manera especial al educando, con necesidades, expectativas, intereses, motivaciones, viéndolo como un ser único irrepetible, dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje. En este mismo orden de ideas, toda la acción educativa, debe necesariamente estar percibida de una reflexión sobre el hombre y de un análisis del medio de vida, del hombre a quien se quiere educar (p.61).

"El hombre llega a ser sujeto por una reflexión sobre su situación, sobre su ambiente concreto, mientras más reflexiona sobre la realidad, más emerge, plenamente consciente, comprometido, listo a intervenir respecto a la realidad para cambiarlo".(p.61)

Si se aspira sinceramente a que el hombre se inserte en el proceso histórico y en particular que participe de manera activa y creadora en los períodos de transición, relacionándose con los otros hombres tomando conciencia de su poder para transformar la naturaleza y responder a los desafíos que esta le pone, es necesario prepararlo por medio de una auténtica educación que libere, que no adapte, domestique y sojuzgue", Freire (p.167). Esto le permite al hombre, constituirse como persona, transformar el mundo, entablar relaciones de reciprocidad, hacer cultura y la historia.

La integración social se fundamenta en la dignidad humana el respeto por la diferencia y en el disfrute de los derechos sociales. En el campo educativo esta situación refleja, una autentica igualdad de oportunidades, al preconizar la educación de las personas en el entorno menos restrictivo; "la escuela regular". Esto supone un cambio en las condiciones en que se da el proceso educativo, es decir tomar en consideración las condiciones que acompañan a dicho proceso a fin de garantizar respuestas y logros paulatinos en cada uno de los actores que intervienen en dicho proceso.

Una escuela que respete la diversidad debe por lo tanto ofrecer opciones curriculares que se adapten a los niños respetando sus ritmos de aprendizajes, a través de adaptaciones curriculares cuando los alumnos requieran una modificación en la ayuda pedagógica que se ofrece al grupo, así mismo los recursos metodológicos para individualizar la enseñanza que cada docente o equipo utilizará, tales como, materiales diversificados, equipos y ayudas audiovisuales.
Otros de los medios para acceder al curriculum es el concurso de profesionales de apoyo, tanto de la modalidad de Educación Especial como de los niveles del sistema educativo. Por ser un proceso complejo y multifactorial que requiere de la convicción, compromiso de la sociedad, requiere de la participación de las familias, de la movilización de la comunidad, organizaciones voluntarias. Los padres son partícipes privilegiados en este procesos.

La preparación del personal educativo en su totalidad es el factor clave en el progreso de la integración. De allí que la escuela como institución socializadora deba incorporar elementos que la persona trae de su contexto familiar para abordar la formación del individuo sobre la base de su situación en términos de las condiciones sociales, culturales y económicas para cumplir de esta manera con la incorporación efectiva en la sociedad en donde le toque actuar.
Desde una perspectiva sociológica la escuela en su función social está orientada hacia la formación de ciudadanos auténticamente humanos, en donde puedan surgir los mejores, como agentes participativos capaces de integrarse en forma activa a los procesos económicos, sociales y políticos.


"Por otra parte la escuela tiene un papel fundamental en el desarrollo de los valores de la persona, una educación para el cambio" Norenzo L. (1990,p.35). Esto significa que la escuela tiene una intencionalidad social donde se refleja las costumbres, convicciones y estilos de vida característicos de una sociedad.


Desde esta perspectiva la educación tiene que ver con dos aspectos fundamentales: formar al individuo como persona constructora de una historia, responsables de sus acciones y las de la colectividad, y como agentes capaces de suscitar nuevas ideas, opciones y transformaciones para si y para los demás. Es indudable que en este proceso cobra particular relevancia la influencia que ejerce la escuela como institución social por excelencia sobre la familia que integra la comunidad, dada las expectativas que esta tiene.





No hay comentarios:

Publicar un comentario